UD4 CURSO
TOL “GUÍAS DIDÁCTICA Y DEL ALUMNO”: REFLEXIÓN INDIVIDUAL
La
UD4 me ha sido de mucha utilidad para darme cuenta de la importancia y
dificultad de realizar una guía de unidad didáctica y guía del alumno
adecuadas. No sé si yo realizaré guías similares en un futuro próximo, en mis
tareas de profesor, pero seguro que me serán útiles en cualquier caso para
explicar de manera adecuada a mis alumnos: objetivos, métodos y materiales de
trabajo, entre otros.
La
necesidad de un buen diseño instructivo previo para completar las guías
referidas es fundamental para empezar con buen pié el proceso educativo,
especialmente en la enseñanza on-line
donde la orientación para empezar a trabajar le llega primeramente al alumno
por medio de dichas guías. Las guías deben realizar una presentación atractiva
y clara de lo que se pretende con la unidad didáctica, de tal forma que el
alumno se sienta atraído desde el primer momento a alcanzar los objetivos
educativos. En primer lugar, las guías deben ser claras y concisas en explicar
las capacidades terminales a conseguir por el alumno. Además, dichas
capacidades deben ser presentadas positivamente para motivarle a trabajar en
conseguir ese fruto. La metodología de trabajo debe ser explicada igualmente de
manera clara y concisa. La enseñanza virtual necesita que el alumno dedique un
tiempo inicial a comprender por su cuenta cómo debe trabajar. Si ese tiempo es
excesivo o el alumno no consigue obtener una idea clara de cómo debe trabajar,
aquél empieza la unidad didáctica confuso y, lo que es peor, con mala
predisposición. No hay que olvidar tampoco que el alumno de la enseñanza online no suele estar sobrado de tiempo,
por lo que no es conveniente que lo pierda en disquisiciones iniciales evitables.
En cualquier caso, también debe quedar claro el acceso al tutor y la aclaración
de dudas.
Es
fundamental escoger con acierto, como parte muy importante del diseño
pedagógico y del método de trabajo, los trabajos colaborativos e individuales a
realizar por los alumnos. Deben ser tales que la participación en foros, wikis, la búsqueda de información
complementaria, etc. consigan sacar el máximo jugo a la actividad del alumno en
su camino a alcanzar las capacidades terminales. Una pregunta no bien orientada
por parte del tutor en un foro de trabajo en grupo, que no haga llegar a los
alumnos al meollo de la cuestión, puede ser una pérdida de tiempo y trabajo
para los alumnos y obstaculizar la consecución de los objetivos pedagógicos.
Otro
aspecto fundamental que deben explicar las guías es el material didáctico.
Idealmente, este debe contener como base un material hecho expresamente para el
aprendizaje en cuestión, completo pero conciso y claro. Además, se debe
facilitar un material complementario rico en contenido, sin caer en la multiplicación
y yuxtaposición de materiales varios, que convierten el aprendizaje en un puzle.
En todos los materiales, debe haber indicaciones para que el alumno pueda
profundizar en la búsqueda de contenidos (internet, bibliografía, etc.) que le
permitan adquirir las capacidades terminales de la unidad, mediante la
conclusión satisfactoria de los trabajos colaborativos e individuales al
efecto.
Por
último, en la confección de las guías educativas deberían participar todos los
implicados en el proceso educativo: responsables pedagógicos, tutores,
especialistas en las materias impartidas, especialistas en las sistemas
gestores de aprendizaje (SGA,s) por los que se difundirá la enseñanza on-line (para aportar las aclaraciones
técnicas sobre el aprendizaje on-line a
incluir en la guía, por ejemplo), etc. Pero finalmente, en caso de disparidad
de argumentos sobre cuestiones concretas de las guías, debe existir un árbitro
que decida, idealmente el máximo responsable educativo de la institución en mi
opinión.
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